La Virgen Santísima vino en 1917 a Portugal y se apareció a tres humildes pastorcitos con muchos mensajes importantes para la humanidad. Hoy, nuestra humanidad se sume en el pecado, la corrupción, el odio, la angustia... y es por no haber obedecido a los pedidos de La Madre. En este momento es MUCHO lo que podemos hacer como hijos amantísimos de María Santísima para mitigar las consecuencias de nuestros pecados, de nuestros errores y de nuestros agravios a Jesucristo como humanidad. El Padre Héctor Ramírez, desde Portugal, con su apostolado MATER FÁTIMA nos lo puede explicar mucho mejor...
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