Nuestra Señora del Pilar - Primera Aparición de La Virgen de todos los tiempos.
(Por: Nayi Rincon)
La primera aparición de La Santísima Virgen se dio al Apóstol Santiago quien construye (en el lugar de la aparición) el primer templo dedicado a La Santísima Virgen María: La Basílica del Pilar, en donde en su interior se encuentra la columna sobre la cual la Virgen se apareció al Apóstol durante la evangelización de España en el año 40 después de Cristo. Nuestra Señora del Pilar es la aparición mariana más antigua reconocida por la Iglesia. Esta aparición se da cuando aún María Santísima está con vida en esta tierra.
Aunque el día de la fiesta mariana de Nuestra Señora del Pilar es el 12 de Octubre, hemos querido resaltar que fue el 2 de Enero del año 40 cuando sucedió LA PRIMERA APARICIÓN RECONOCIDA de La Santísima Virgen María de todos los tiempos. Sucedió en España al apóstol Santiago, mientras aún La Virgen Santísima estaba con vida. Ella se encontraba viviendo con el apóstol San Juan (herrmano de Santiago) en tierra santa cuando sucedió esta aparición, que es prueba de uno mas de los maravillosos prodigios y dones de la Santísima Virgen: la bilocación.
La aparición sucedió cuando Santiago se encontraba con sus discípulos junto al río Ebro y él narra que oyó voces de ángeles que cantaban Ave, María, gratia plena y vio aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol.
El Apóstol, desanimado por las grandes dificultades que estaba atravesando para evangelizar España pidió una señal y fue entonces cuando se le apareció la Virgen quien le animó a seguir adelante y le hizo la promesa, que todavía se mantiene, por la que mientras estuviera ese pilar en pie, habría verdaderos discípulos de su Hijo en España,
Fue así que surgió la Advocación de la Virgen del Pilar en España, y posteriormente, los milagros del apóstol y su tumba fueron los artífices del Camino de Santiago.
Según data en varios evangelios apócrifos y otros libros de historia Católica, tras el Pentecostés (año 33 después de Cristo.), cuando los apóstoles son enviados a la predicación, Santiago habría cruzado el mar Mediterráneo y desembarcado para predicar el Evangelio en la Hispania (actuales España y Portugal).
La Santísima Virgen, que aún vivía en carne mortal, le pidió al Apóstol que se le construyese allí una iglesia, con el altar en torno al pilar donde estaba de pie. Al desaparecer La Virgen y quedó ahí el pilar. Santiago y sus discípulos recogieron el regalo de la Virgen y guardaron esa columna en donde Ella se les apareció, la cual se convirtió en el centro religioso y de devoción de esa pequeña comunidad en Zaragoza. El Apóstol Santiago y los ocho testigos del prodigio comenzaron inmediatamente a edificar una iglesia en aquel sitio y, con el concurso de los conversos, la obra se puso en marcha con rapidez.
Pero antes que estuviese terminada la Iglesia, Santiago ordenó presbítero a uno de sus discípulos para servicio de la misma, la consagró y le dio el título de Santa María del Pilar, antes de regresarse a Judea. Esta fue la primera iglesia dedicada en honor a la Virgen Santísima, un lugar de peregrinación famoso en el mundo entero que no fue destruido en la guerra civil española (1936-1939), puesto que las bombas que se lanzaron no explotaron (estas se pueden ver hoy en día expuestas en el interior de la Basílica).
EL MENSAJE DE LA VIRGEN AL APOSTOL SANTIAGO:
Durante la aparición de La Santísima Virgen al apóstol Santiago, Ella le prometió que “permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio”.
Como Caballeros de la Milicia del Inmaculado Corazón de María, ¿cómo debemos responder ante el mensaje de La Santísima Virgen al apóstol Santiago?
El mensaje de La Virgen al apóstol Santiago es muy corto, simple y concreto. Más que nada, nosotros los consagrados debemos quizá enfocarnos en la actitud del apóstol. María Santísima nos llama hoy a seguir el ejemplo de Santiago, quien fue uno de los primeros que recibieron la llamada de Jesucristo, cuando estaba pescando en el lago de Genesaret junto a su hermano Juan. Desde siempre él estuvo listo a seguir y a obedecer a Jesús; no dudó ni por un segundo en ir a predicar y a evangelizar en tierras desconocidas después de Pentecostés... él fue a donde Dios lo llevaba; él se abandonó totalmente a la voluntad de Dios.
Como el apóstol Santiago... nosotros, los caballeros de La Virgen, debemos también abandonarnos a la voluntad y cumplir las tareas que Dios nos asigna. Y al igual que Santiago, necesitamos recurrir a María Santísima cuando nos veamos desfallecer. Santiago no sabía que sería La Madre de su Salvador quien lo impulsaría a seguir con su labor apostólica y de evangelización... el solo pidió una señal y su maestro le envió a Su mismísima Madre.
Es claro que hoy en día Jesús también nos envía a Su Madre Santísima para ayudarnos a seguir en el camino, para darnos la fuerza que vamos perdiendo debido a las múltiples tribulaciones que nos aquejan, a las persecuciones religiosas que pudiésemos llegar a sufrir... Ella es nuestra consoladora, Ella es quien nos reparte las gracias que necesitamos para avanzar y para cumplir la tarea de ser miembros de su ejercito (colaboradores del triunfo de Su Corazón Inmaculado sobre satanás.
Las palabras de María al apóstol Santiago son de inmensa esperanza... PIDAMOS LA INTERCESIÓN DE LA MADRE Y SU PATROCINIO PARA LOGRAR ALCANZAR LOS PORTENTOS Y MARAVILLAS QUE DIOS TIENE PREPARADOS PARA NOSOTROS Y LOS NUESTROS.