Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
(Por: Nayi Rincon)
La Virgen del Perpetuo Socorro ha sido declarada por la Iglesia como Patrona de los Padres Redentoristas; su icono original está en el altar mayor de la Iglesia de San Alfonso.
La imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro nos recuerda el cuidado que la Virgen tuvo por Nuestro Señor Jesús desde su concepción hasta su muerte. La imagen es también un testimonio de la protección que Ella sigue dando hoy a sus hijos que acuden a ella.
Se dice que en el siglo XV un comerciante adinerado del Mediterráneo era el propietario de la pintura del Perpetuo Socorrp. Para proteger el cuadro de ser destruido, decidió llevarlo a Italia y en la travesía se desató una terrible tormenta. Durante la tempestad, el hombre levantó el cuadro en alto, pidió socorro y el mar se calmó inmediatamente. Estando ya en Roma, mostró el cuadro a un gran amigo suyo y le dijo que un día el mundo entero rendiría homenaje a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
Después de un tiempo, el mercader enfermó y, antes de morir, le hizo prometer a su amigo que colocaría la pintura en una iglesia importante. Sin embargo, la esposa del amigo no pudo desprenderse de la pintura y entonces él no realizó su promesa.
Nuestra Señora se le apareció al hombre en varias ocasiones pidiéndole que la cumpliera, pero al no querer disgustar a su mujer... este enfermó y murió. Más adelante la Virgen habló con la hija de seis años y le dio el mismo mensaje de que deseaba que el cuadro fuera puesto en una iglesia. La pequeña fue y se lo contó a su madre.
La mamá se asustó por lo que su hija le revelaba y también porque a una vecina que se burló de lo ocurrido le vinieron unos dolores tan fuertes... y ella solo se alivió cuando invocó arrepentida la ayuda de la Virgen y tocó el cuadro. Nuestra Señora se volvió a aparecer a la niña y le dijo que la pintura debía ser puesta en la iglesia de San Mateo (que quedaba entre las Basílicas Santa María la Mayor y San Juan de Letrán). Entonces se hizo tal y como la Virgen lo pidió y se allí se obraron grandes milagros.
Siglos después, Napoleón destruyó muchas iglesias, entre ellas la de San Mateo, pero un padre agustino logró llevarse secretamente el cuadro y más adelante fue colocado en una capilla agustiniana en Posterula.
Los Redentoristas construyeron la Iglesia de San Alfonso sobre las ruinas de la iglesia de San Mateo y en sus investigaciones descubrieron la historia del milagroso cuadro del Perpetuo Socorro y averiguaron que lo tenían los Agustinos. Al conocer el deseo de la Virgen de ser honrada en ese lugar.... el superior de los Redentoristas solicitó al Beato Pío IX que les concediera el beneficio de volver a poner el cuadro en el lugar que La Virgen lo quería y entonces él dispuso que el cuadro fuera devuelto a la Iglesia entre Santa María la Mayor y San Juan de Letrán. Como también encargó a los Redentoristas que hicieran que Nuestra Señora del Perpetuo Socorro fuera conocida.
Los Agustinos, una vez que supieron la historia y el deseo del Pontífice, gustosos devolvieron la imagen mariana para complacer a la Virgen.
Hoy en día la devoción a Nuestra Señora del perpetuo Socorro se ha expandido por muchos lugares del mundo, construyéndose iglesias y santuarios en su honor.
EL MENSAJE DE LA VIRGEN DEL PERPETUO SOCORRO:
Es muy claro que la Santísima Virgen (en esta advocación como en muchas otras) desea que todos y cada uno de sus hijos se encomienden a Ella y pidan su patrocinio perpetuo y su socorro en momentos difíciles. Tanto al mercader, como a la vecina incrédula, como a tantos otros... Dios les concedió la oportunidad de reflexionar y de solicitar el socorro de La Madre.
Como Caballeros de la Milicia del Inmaculado Corazón de María, ¿cómo debemos responder ante el mensaje de La Santísima Virgen del Perpetuo Socorro?
Son varias las formas en las que podemos corresponder al socorro pronto y amoroso de La Virgen María... una es, por supuesto, continuar pidiéndolo (en todo momento difícil, de adversidad, de tribulación)... Ella sola puede socorrernos y alcanzarnos de Dios Padre ese amparo total que cada uno necesitamos. Otra forma es agradeciéndole siempre por ese patrocinio fiel y amoroso (el rezo del Santo Rosario es algo que la alegra y complace mucho)... y una tercera podría ser tratar de IMITARLA en todo momento socorriendo a los que pidan nuestra ayuda.
Recordemos que La Virgen es una sola (EN TODAS SUS ADVOCACIONES) y que es muy lindo tener en nuestros hogares sus imágenes y venerarlas con especial amor y delicadeza ENTRONIZANDOLAS EN UN LUGAR ESPECIAL... tal y como lo hicieron estas órdenes sacerdotales con el cuadro de la Virgen del Perpetuo Socorro.