Nuestra Señora del Buen Consejo
(Por: Nayi Rincon)
Nuestra Señora del Buen Consejo es una advocación mariana ampliamente reconocida por la Iglesia Católica, desde un inicio ha sido venerada entre los fieles de la ciudad de Genazzano y por toda la Iglesia universal. Pío IX incluyó en las letanías lauretanas las palabras "Madre del Buen Consejo", en veneración a esta advocación. Es tan importante esta advocación que Pío V envió un corazón de oro para la imagen, Urbano VII fue en peregrinación en 1630 para pedir la ayuda durante una plaga, Inocencio XI coronó a la imagen. Benedicto XIV aprobó la Cofradía de Nuestra Señora del Buen Consejo, siendo su primer miembro... y el papa Pío XII la escogió como la patrona de su pontificado.
Durante el Imperio romano, los patricios y la corte imperial había establecido nuevamente sus dominios en las villas junto a los centros más importantes de la ciudad. Durante el gobierno del papa san Marcos, los paganos desaparecieron y se dio la primera edificación de un templo bajo la advocación de la Virgen María, como del Buen Consejo.
Durante muchos siglos el sitio había perdido toda su importancia histórica. En el siglo XIV, el templo fue dado en custodia de la Orden de San Agustín, con el objetivo de brindar la asistencia pastoral a la comunidad y para la debida conservación del edificio.
En los tiempos paganos, la comunidad se reunía para adorar a sus dioses. Después, para la gloria de Dios, se reunían para celebrar la fiesta de San Marcos.
Testigos afirman que, en 1467, durante la fiesta de la virgen del Buen Consejo se escuchó del cielo una música angelical; un rayo de luz bajo hasta la pared del fondo de la capilla inconclusa, las campanas repicaban, seguido todos los campanarios sonaron al unísono las campanas de Genazzano. La nube se disipó poco a poco, descubriendo la pintura que representa a la Virgen del Buen Consejo con su Hijo en brazos.
La noticia de la aparición llegó hasta Roma, el papa Paulo II consideró que debía investigar y estudiar dichos sucesos, ese mismo año se estableció dicha comisión. Algunos papas de la Iglesia católica le han rendido homenajes a esta advocación.
Muchos santos y beatos le han rendido mucha veneración.En la Segunda Guerra Mundial, una bomba explotó en la Basílica,destruyendo todo el altar principal,pero la imagen de la virgen permaneció sin daño alguno.
Existen muchas historias hermosas sobre la Virgen del Buen Consejo. Por ejemplo el primogénito de dos cortesanos Españoles (llamado Luis); él a su corta edad de quince años, sintió tener vocación religiosa, pero ignoraba qué orden sería la que escogería. Él visitaba con frecuencia la capilla de la Virgen del Buen Consejo, donde tenía por confesor al P. Fernando Paterna. Una mañana de Agosto, en día próximo á la fiesta de la Asunción, se dirigió á la imagen de María Santísima para pedir consejo a la Madre de Dios y (después de hacer su confesión y de comulgar con la devoción con que solía hacerlo) se puso en la capilla de la Virgen en contemplación y fue allí donde escuchó la voz de La Virgen; escuchando de la boca de la santa Imagen éstas palabras: "Entra en la Compañía de mi Hijo"; palabras que llenaron de consuelo santo su noble corazón, y le determinaron a dejar la corte y los palacios; y después de vencer muchos obstáculos, entró en la Compañía de Jesús en 1585, muriendo en ella en 1591.
Y Luis no fue el único... ya que la milagrosa imagen del Buen Consejo habló varias veces y persuadió y mandó al venerable Padre y mártir Diego Luis de San Vítores que entrase en la Compañía de Jesús, como lo testifica un escrito en el que se consignan las circunstancias de la vocación de este mártir, el cual se guarda en el archivo provincial de la Compañía de Jesús en Toledo.
EL MENSAJE DE LA VIRGEN EN SU ADVOCACIÓN DE NUESTRA SEÑORA DEL BUEN CONSEJO:
La Santísima Virgen María claramente habla a todos sus consagrados a diario; los orienta y los aconseja. En el caso de San Luis y del beato martir Diego los aconsejo de una manera directa y clara con su mismísimavoz... invitándolos a escuchar su llamado a la vocación sacerdotal.
Como Caballeros de la Milicia del Inmaculado Corazón de María, ¿cómo debemos responder ante los mensajes de La Santísima Virgen al mundo en su advocación del Buen Consejo?
Definitivamente debemos ser como María Santísima y ayudar a muchos a encontrar el camino hacia Jesús. Como caballeros de La Imnaculada... qué mejor labor que la de invitar a muchos más a consagrarse a Ella!!!
De igual forma... en este mundo en donde el "ruido" de lo mundano no permite a los jóvenes escuchar y descubrir su vocación sacerdotal; debemos ser agentes perpetuos de oración por las vocaciones; para que haya pronto un resurgir de vocaciones sacerdotales y religiosas santas.
ORACIÓN A LA VIRGEN DEL BUEN CONSEJO:
Oh Señora mía, Santa María: hoy y todos los días y en la hora de mi muerte, me encomiendo a tu bendita fidelidad y singular custodia, y pongo en el seno de tu misericordia mi alma y mi cuerpo.
Te recomiendo toda mi esperanza y mi consuelo, todas mis angustias y miserias, mi vida y el fin de ella: para que por tu santísima intercesión, y por tus méritos, todas mis obras vayan dirigidas y dispuestas conforme a tu voluntad y a la de tu Hijo.