Virgen de las Lágrimas
(Por: Mireya Ortiz y Marisol Murcia)
El fenómeno sobrenatural de la Virgen de las Lágrimas en Italia fue declarado auténtico el 12 de diciembre del 1953 por los obispos de Siracusa (Sicilia - Italia) reunidos en conferencia episcopal. La Virgen de las Lágrimas fue aprobada por el Papa Pío XII el 17 de octubre de 1954. En 1994 el Papa Juan Pablo II consagró el santuario construido a La Virgen de las Lágrimas.
En el año 1953, el humilde matrimonio del obrero Ángelo Lannuso y su esposa Antonina, recibió un maravilloso regalo de la Virgen María. No se trata de una aparición sino una figura del Corazón Inmaculado de María, de yeso con relieve, que colgaba encima del lecho matrimonial, y que derramó lágrimas durante cuatro días. Se verificó con una comisión de médicos, que las lágrimas eran humanas.
La historia empieza cuando Antonina queda embarazada, padece toxemia que de vez en cuando le produce ceguera momentánea. El 29 de agosto de 1953 ella empezó con fuertes retorcijones que duraron mucho más de lo esperado. Antonina cuenta que: “Abrí mis ojos y miré a la imagen de la Santísima Virgen. Para mi gran sorpresa la imagen estaba llorando. Llamé a mi cuñada y a mi tía y señalé el cuadro y las lágrimas”.
Antonina se quedó mirando a nuestra Madre Celestial por varias horas atestiguando el milagro, mientras que limpiaba las lágrimas que iban cayendo sin cesar. Primero fueron contenidas las lágrimas con un pañuelo y luego con algodón.
La “Madonna” lloró durante 4 días, desde el 29 de agosto al 1º de septiembre y atrajo a miles de peregrinos a Siracusa.
El 1 de septiembre de ese mismo año, se reunía un grupo de distinguidos clérigos, cuatro hombres de ciencia y tres testigos de gran reputación, para así formar una comisión investigadora en nombre del Arzobispado. Después de haber tomado el líquido que surgía de los ojos de la imagen, se hizo un análisis y la respuesta de la ciencia fue: “las lágrimas son humanas”.
Los pedazos de algodón que habían enjugado las lágrimas de la virgen que llora, fueron enviados a diferentes partes del mundo, y en muchos se produjeron varios milagros. Uno de ellos fue en España. La primera persona en experimentar un milagro fue la propia Antonina Lannuso, se recuperó totalmente de su severa toxemia y pudo dar a luz a un muy saludable hijo, el 25 de diciembre de 1953.
Cuando el Papa San Juan Pablo II fue a consagrar el santuario, invocó a La Virgen para pedirle protección para “quienes tienen más necesidad de perdón y reconciliación” y para que lleve “concordia a las familias y paz entre los pueblos”. El Papa añadió: “A ti, dulce Virgen de las Lágrimas, presentamos a la Iglesia y al mundo entero. Enjuga las lágrimas que el odio y la violencia provocan en muchas regiones de la tierra, especialmente en el Medio Oriente y en el Continente Africano”.
EL MENSAJE DE LA VIRGEN CON SUS LÁGRIMAS:
Aunque la Virgen Santísima no habló durante los hechos sobrenaturales que ocurrieron en la casa de Ángelo y Antonina, es evidente que Ella sufre por nuestro desacato empedernido a los mandamientos de Dios... y por el poco amor y agradecimiento que mostramos por el gran sacrificio de Su Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, cuando por redimirnos entregó su vida en tan penoso suplicio... que Ella misma presenció y vivió.
Como Caballeros de la Milicia del Inmaculado Corazón de María, ¿cómo debemos responder ante las prodigiosas lágrimas de La Santísima Virgen en Siracusa?
En esta época en que la humanidad se sume en la enfermedad física y espiritual, la invitación de nuestra madre: La virgen de las Lágrimas, es al perdón, a la reconciliación y la conversión; es necesario recibirla en cada corazón de manera urgente. Y, como sus caballeros... tratar de propagar la devoción al Inmaculado Corazón de María para repararlo y así consolar su llanto. Buscar que más y más personas se consagren a Su Inmaculado Corazón.
La Virgen en Siracusa enjuaga con sus lágrimas el dolor que produce la violencia, desigualdad y desamor de todos los pueblos. Si nos acogemos con devoción a la oración, iniciando en el seno familiar a ejemplo de la sagrada familia, ella nos regalará verdaderos milagros como fueron obrados por fe y devoción en la familia Lannuso.
El rezo de esta oración (oración a la Virgen de las Lágrimas) y del Santo Rosario, nos ayudaran a secar sus lágrimas para que el día que mamita María se regocije con nuestro buen proceder, nunca más derrame lágrimas de tristeza, tal como era la petición y el anhelo de los Papas que han amparado esta devoción en tan lindo Santuario.
Oración:
Amada Madre, nuestra Virgen de las lágrimas, míranos con tu maternal bondad.
Seca las lágrimas de los que sufrimos, de los olvidados, de los desesperados, de aquellos que son víctimas de violencia y necesitan tus palabras, tus consejos, tus caricias de madre.
Danos a todos, lágrimas de arrepentimiento, que cambien nuestras vidas, que nos permitan estar abiertos a las gracias de Dios, para que cambien verdaderamente nuestros corazones.
Danos querida madre, lágrimas de alegría después de haber visto la profunda ternura de tu corazón, tu fidelísima protección y tu dulce compañía. Amén