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Nuestra Señora de la Oración

(Por: Mireya Ortiz y Marisol Murcia)

El obispo autorizó la construcción de una gruta a Nuestra Señora de la Oración, luego del pedido de la Virgen y también permitió peregrinaciones a la iglesia. El culto de "Nuestra Señora de la Oración", ha sido reconocido y fue reafirmado en noviembre de 1988 por Monseñor Honoré, arzobispo de Tours.

Varias investigaciones eclesiásticas se realizaron con respecto a las apariciones, siendo la más importante la del Vicario General de la diócesis, Monseñor Fiot. El 8 de diciembre de 2001, el arzobispo de Tours, dio su aprobación oficial a la aparición.

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En L'Ile Bouchard, Francia, el 08 de diciembre de 1947, Jacqueline, Jeanette y Nicole iban de regreso a la escuela después de almorzar cuando pasaron por la iglesia a rezar. Fueron al altar de la Virgen y comenzaron a hacer el rosario; de repente, vieron a una bella señora frente a ellas. Estaba vestida de blanco, rodeada de una luz dorada, una faja azul, y tenía consigo un rosario blanco con las manos juntas en oración. A la izquierda, un ángel la contemplaba mientras le presentaba un lirio. Las niñas corrieron y se encontraron con Laura y su hermana Sergine. Las cinco niñas fueron al altar. Todas veían la aparición, excepto Sergine. Las otras tenían que describirle lo que veían.

En total fueron 7 las apariciones de La Santísima Virgen a estas 5 pequeñas videntes, durante 7 días consecutivos (del 8 al 14 de Diciembre de 1947). A continuación leerás un resumen corto de los mensajes dados por La Virgen en cada una de estas apariciones...

MENSAJES DE LAS 7 APARICIONES DE NUESTRA SEÑORA DE LA ORACIÓN:

 

Primera aparición (8 de Diciembre de 1947): 
“Digan a los niños pequeños que recen por Francia, ya que su necesidad es grande". Jacqueline, aún sin estar segura de quien era la Señora, susurró a Jeanette y a Laura pidiéndoles que le preguntaran si ella era su Madre del Cielo. Así lo hicieron, y la respuesta fue "¡Pero por supuesto yo soy vuestra Madre del Cielo!" Jacqueline preguntó luego acerca del ángel. La Señora lo miró, y el ángel se volvió a las niñas y les dijo: "Yo soy el ángel Gabriel".


Segunda aparición (9 de Diciembre de 1947): 
"Recen por Francia, que en estos días se encuentra en gran peligro". Luego, Ella pidió que el sacerdote acudiera a ese lugar. También pidió una gruta, y que su imagen y la del ángel estuvieran colocadas en ella, prometiendo bendecirles cuando así lo hicieran.


Tercera aparición (10 de Diciembre de 1947):
La madre de Jacqueline le dijo a su hija que pidiera un milagro de tal modo que todos pudieran creer, a lo cual María respondió: "No he venido aquí a hacer milagros, sino a decirles que recen por Francia. No obstante, mañana tú verás claramente y no necesitarás más usar anteojos".


Cuarta aparición (11 de Diciembre de 1947):
Cuando Jacqueline se despertó, tenía una visión normal. Llamó a sus padres con gozo, quienes se sobrecogieron de alegría. La difusión de este milagro garantizó una iglesia repleta. La Virgen María apareció y pidió que cantaran el Ave María, entonces preguntó: "¿Rezan por los pecadores?" Ellas respondieron que sí lo hacían y les pidió que rezaran todos juntos diez Ave María.


Quinta aparición (12 de Diciembre de 1947):
Cuando María apareció, las niñas pudieron ver algo nuevo: la Señora llevaba puesta una "corona" hecha de doce rayos brillantes. Esta vez, la Virgen tenía las manos colocadas más abajo, por lo tanto, se podía leer la palabra "Magnificat". Ella les pidió que cantaran el Ave María, luego de esto dijo: “¿Rezan por los pecadores?" a lo cual respondieron "Si, Señora", y ella continuó: "Bien, sobre todo recen mucho por los pecadores".


Sexta aparición (13 de Diciembre de 1947):
La Virgen se apareció de nuevo, pero esta vez sin la corona. María pidió nuevamente oraciones e himnos.


Séptima y última aparición (14 de Diciembre de 1947):
Jacqueline leyó algunos mensajes que se le habían dado, incluyendo uno de la Hna. Marie que decía: "¿qué debemos hacer para consolar a nuestro Señor por el sufrimiento que los pecadores le producen?" La respuesta fue: "Recen y hagan sacrificios". Luego de más oraciones e himnos, María pidió que la gente cantara el Magnificat.

El rayo de luz milagrosa:
Jacqueline le pidió a la Virgen que diera alguna prueba de su presencia, a lo cual María respondió con una sonrisa: "Antes de partir, enviaré un rayo brillante de luz solar". Luego, comenzó a bendecir a la multitud. En ese momento un misterioso rayo de luz solar penetró, iluminando el punto preciso de la aparición. Pruebas posteriores demostrarían que era físicamente imposible que un rayo normal de luz solar hubiera iluminado esa parte de la iglesia en el día invernal en cuestión, y por lo tanto nos encontramos en presencia de un milagro.
 

Como Caballeros de la Milicia del Inmaculado Corazón de María, ¿cómo debemos responder ante el mensajes de Nuestra Señora de la Oración?

Con inmenso amor nuestra madre del cielo nos insiste en la oración por todos los pecadores. Es el pecado la más grande ofensa a Jesucristo y una vez más se vale de la devoción e inocencia de unas niñas orantes que dan ejemplo a la humanidad. Como Caballeros de La Inmaculada, debemos reconocer que es bello que miembros de la iglesia reconozcan como verídica esta advocación y aprender que por años los peregrinos del mundo entero, acuden a este santuario en busca de su maternal protección, intersección y ayuda por su gran promesa maternal.

En buena hora mamita María nos muestra que el Ángel San Gabriel, siendo el Ángel de la anunciación, siempre trae consigo las buenas nuevas que le dan esperanza a la humanidad a través de una vida de oración y sacrificio.

En esta aparición, nuestra Madre amada del cielo también (como en todas sus apariciones bajo las múltiples advocaciones en el mundo entero) nos invita con cariño a rezar el Santo Rosario a diario.  Lo podemos ver claramente al presentarse con un precioso rosario blanco en sus manos al aparecer ante las videntes... mientras a su vez les pedía oración por los pecadores.

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