Virgen de Boulogne - Nuestra Señora del Gran Retorno
(Por: Nayi Rincon)
La advocación de la Virgen de Boulogne ha sido aprobada por varios eclesiásticos de la jerarquía de la iglesia Católica por siglos. Este santuario es parte del camino de Santiago de Compostela y muchos líderes jerarcas la han visitado y coronado; entre ellos el arzobispo de Canterbury, San Bernardo, que vino del Medio Oriente, hacia 1050, el obispo de Antioquia y el obispo del Monte Sinaí. En 1553 el obispo viene a residir a Boulogne y la iglesia se convierte en catedral (sede de un obispo). El 24 de Agosto de 1866 se realizó la consagración de la catedral, en presencia de 6 obispos y 200 sacerdotes. Los días dedicado a Nuestra Señora del Gran Retorno (Virgen de Boulogne) son el 10 de Julio y el 20 de Febrero.
Esta advocación se remonta al año 636. Se relata que en tiempos del obispo San Omer, una tarde (al caer la noche), el entonces pequeño pueblo de Boulogne estaba reunido en su capilla rústica cubierta de juncos y ramas, situada en la parte alta de la ciudad, cuando la Madre de Dios apareció y le dijo a los fieles que se dirigieran hacia la ribera donde les esperaba una visita maravillosa.
Los habitantes (fascinados por la aparición) corrieron hacia el lugar señalado y ahí encontraron una barca sin vela, sin remos y sin mástiles. Sobre la barca estaba posada una Virgen de madera, de aproximadamente de un metro de altura con el Niño Jesús que sostenía con el brazo izquierdo. Ambos destellaban una luz extraordinaria con una impresión de calma, de paz, de felicidad. Los que tuvieron la dicha de presenciar esta aparición le preguntan su nombre y Ella responde que es la abogada de los pecadores.
Hacia el año 1100, la condesa de de Boulogne, que después llegará a ser Santa Ide, hizo construir una iglesia romana. Los trabajos duraron 200 años y se culminaron con el coro gótico a principios del siglo XV.
A partir del siglo XII, los peregrinos afluyen a Boulogne y esta localidad se convierte en una etapa en el camino hacia Santiago de Compostela; allí se detienen los peregrinos cuando vienen de Inglaterra o de Bélgica, o cuando suben de España o de Italia.
En el siglo XIII el rey Felipe Agusto, San Luis, Enrique III de Inglaterra, Francisco I y muchos otros peregrinaron a Boulogne, tiempo en el cual múltiples curaciones se dieron por intermedio de Nuestra Señora de Boulogne.
Tristemente en el siglo XVI (conocido como el siglo de las guerras de religión y de la persecución), en Boulogne, los Hugonotes se ensañan contra la catedral, quiebran los vitrales, queman los enmaderados y sobre todo tratan, en vano, de romper y de quemar la estatua (lo cual no lograron y por esto la lanzan entre un montón de estiércol y luego en un pozo). Pero la misma mujer de Huguenot, que era muy piadosa, la saca secretamente del pozo y la esconde en su desván donde permanecerá más de 30 años antes de volver a la catedral. La estatua de La Virgen estaba en muy mal estado al ser rescatada, y así es como en seguida comienzan los milagros y esto da la prueba de su autenticidad.
La imagen de La Virgen ha sido llamada "del Gran Retorno" pues siempre renace de forma poderosa y santa. Una vez más en 1789, con la revolución francesa, iglesias y conventos fueron declarados propiedades del Estado; la catedral fue vendida y destruida y la prodigiosa estatua fue quemada en 1793. La mano derecha de la estatua, que se había desprendido antes, es el único vestigio de la estatua original (se conserva un trocito en un relicario bajo el domo de la catedral actual). La catedral sirve de arsenal, de depósito, y después es vendida a traficantes extranjeros en la ciudad, demolida y vendida piedra tras piedra.
A partir de 1820, el abad Haffreingue consagra su vida a la construcción de la catedral. De la cual él mismo será el arquitecto, inspirándose en la de San Pablo de Londres y en las grandes basílicas romanas. A partir de este momento, la opinión pública se moviliza y llegan donaciones procedentes de toda Europa. En este mismo año las peregrinaciones se reanudan. Los artistas trabajaron por más de 10 años en la construcción de esta modesta capilla que es hoy el ala axial; al fondo, Nuestra Señora, coronada, de pie en el barco, rodeada por 2 ángeles. Según los relatos, estos 2 ángeles acompañaban a La Virgen a su llegada a puerto.
Para dicha de los fieles, Monseñor Le Bouthiller reconstruye la catedral en 1930 y la estatua de la Virgen hace su primer retorno al ser re-tallada. De 1943 a 1948, cuatro reproducciones de la Virgen de Boulogne, llamada también “Nuestra Señora del Gran Retorno” (cada una montada sobre un coche) recorrieron 120000 km. a través de toda Francia. Visitaron 16000 parroquias y provocaron un gran renacimiento de la fe, de oraciones y conversiones a su paso. Este lema "EL GRAN RETORNO" fue la reconciliación final de todos los pueblos del área.
EL MENSAJE DE LA VIRGEN A LOS TESTIGOS DE SU APARICIÓN EN LA BARCA:
La Virgen les dice a estos burgueses que Ella es fuente de gracia y fuente de piedad. Y enseguida les entrega su mensaje:
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“Quiero que una luz divina descienda sobre vosotros y sobre vuestra ciudad…. Amigos, haced edificar en mi nombre una iglesia.”
Como Caballeros de la Milicia del Inmaculado Corazón de María, ¿cómo debemos responder ante los mensaje de La Santísima Virgen dados en Boulogne desde su aparición?
El mensaje central de La Virgen fue uno solo (cuando habló y se dirigió a los testigos de la aparición inicial) y era referente a la edificación de la iglesia. A pesar de los conflictos, las guerras, las revoluciones, las invasiones y todas las tribulaciones por las que pasaron los habitantes del área; nunca se perdió la esencia del mensaje y siempre se acató. Incluso en las ocasiones en que la capilla, o la iglesia fue totalmente destruida y la misma imagen de La Madre de Dios quemada. Como caballeros de La Inmaculada, debemos ser como esos guerreros apóstoles de La Virgen que, por generaciones, construían el templo al rededor de La Madre después de cada ataque y de cada acto de destrucción.
En estos tiempos difíciles de tribulación mundial en donde estamos siendo afectados por virus y enfermedades... debemos recordar que nuestros cuerpos SON TEMPLOS VIVOS del Espíritu Santo y que, con la fuerza que nos da La Inmaculada... siempre podremos reconstruirlos, si es la perfecta voluntad del Padre. No importan los ataques del maligno, y las múltiples veces que Dios permita el mal en el mundo y en nuestro cuerpo material... siempre tenemos que salir vencedores y PERSEVERAR en la restauración de todo cuando nos ha sido otorgado por amor.
De igual forma debemos luchar por la reconstrucción de nuestra Iglesia Católica, rezar por la jerarquía y por el papa en todo momento, ofrecer sacrificios por ellos... para que la luz divina de Cristo les sea siempre revelada y puedan guiar con total entrega y claridad al pueblo de Dios.
La Virgen claramente lo dijo en Boulonge en su aparición... ELLA QUIERE QUE LA LUZ DIVINA DESCIENDA SOBRE TODOS NOSOTROS y así será... la luz de Dios es mas fuerte que todos los ataques del demonio juntos. La luz que llena nuestras consciencias de entendimiento es la misericordia más grande que Dios podrá expresarnos. Recemos juntos, como caballeros de La Inmaculada, para que de Sus manos maternales, recibamos esas señales, esos mensajes, esas respuestas... y pronto toda la humanidad pueda goza de esa LUZ DIVINA QUE ELLA ANHELA PARA TODOS SUS HIJOS.