Nuestra Señora de Betania
(Por: Nayi y Fernando Rincón)
La aprobación eclesiástica de estas apariciones se dio después de 8 años de que las apariciones de Nuestra Señora de Betania estaban ocurriendo. Esto sucedió gracias a que más de 108 personas presenciarion una de las apariciones en 1984; el testimonio de estos fieles causó que el entonces obispo de Los Teques, monseñor Pío Bello Ricardo, iniciara una investigación que duró 3 años. Esta investigación dio como resultado la aprobación de las apariciones. Esta aprobación eclesiástica fue plasmada en una Carta Pastoral entregada en Roma en 1987, donde quedó constancia que las apariciones son auténticas y de carácter sobrenatural.
La Virgen Santísima se apareció por primera vez el 25 de Marzo de 1976 a la sierva de Dios María Esperanza Medrano de Bianchini (cuya causa de canonización fue abierta en 2010). María Esperanza Medrano de Bianchini, vivió apariciones de Santa Teresita del Niño Jesús y de la Virgen desde muy niña. En Betania, La Santísima Virgen le comunicó a María Esperanza que deseaba ser conocida como la Virgen y Madre Reconciliadora de los Pueblos y Naciones.
Durante las contínuas señales que María Esperanza recibía, ella supo de un lugar en el centro norte de Venezuela, al cual cientos de personas acudirían a rezar, a dar gracias y a acercarse a la Iglesia. Se le reveló que una mariposa azul sería la señal que recibiría ella para saber que había llegado al sitio correcto. Todo sucedió de la forma como se le había descrito en sus revelaciones y el 29 de Marzo de 1974 llegó a la hacienda Betania ya que una hermosa mariposa de alas azules revoloteó por la zona indicándole el lugar. Dos años después La Virgen se le apareció en Betania a María Esperanza.
La primera aparición sucedió el 25 de Marzo de 1976 (cuando se celebraba la fiesta de la Anunciación) en la hacienda Betania ocurrió a las 8:30 de la mañana. Ocurrió sobre un gran árbol en la pendiente de una colina por la cual desciende un arroyo que forma una cascada; allí apareció la Virgen. La única que la vio en esa ocasión fue María Esperanza, pero unas 80 personas que estaban con ella aseguran que una nube cubrió la colina, y que presenciaron extraordinarios fenómenos luminosos y movimientos circulares en el sol. Desde entonces, la Madre de Dios ha visitado la hacienda un gran número de veces, especialmente los Sábados, Domingos y durante las principales fiestas marianas.
Muchos fieles han sido testigos de estas apariciones en el transurrir de los años; según ellos La Santísima Virgen aparece de forma celestial haciéndose visible de la nada; repentinamente materializándose. La Virgen se aparece bajo diversas advocaciones... a veces como la Virgen de Lourdes, otras como la Virgen del Pilar, y algunas otras como la Virgen de Coromoto. Ella aparece de improviso, radiante de luz, acompañada la mayoría de las veces por un fuerte pero exquisito perfume de rosas y algunos otros fenómenos místicos como sonidos celestiales de cantos de corales "invisibles", movimientos giratorios del sol, etc.
A raiz de las apariciones, se ha construido un santuario. El Santuario de Betania es una propiedad agrícola ubicada entre las poblaciones de Cúa y San Casimiro en el Estado Miranda, Venezuela, a unos sesenta y cinco (65) kilómetros de la ciudad de Caracas.
MENSAJES DE LA VIRGEN DE BETANIA - RECONCILIADORA DE LOS PUEBLOS Y NACIONES
Durante sus múltiples apariones La Virgen impartió muchas enseñanzas en Betania; los temas más significativos de sus mensajes hablan de la reconciliación como camino para recibir la gracia, la importancia de saber llevar la cruz, la importancia de la fe como base del cristianismo, la necesidad de la obediencia a la moral y doctrina de la Iglesia, el servicio a los hermanos, la vida evangélica, el amor al Corazón de Jesús, la urgencia de evangelizar en todo momento, la necesidad de la oración constante, y La Eucaristía como el más maravilloso medio de salvación. A continuación podemos leer algunos mensajes textuales de la Virgen:
"El hombre actualmente está abusando de las gracias recibidas y va hacia la perdición; si no viene un cambio y mejora de vida sucumbirá bajo el fuego, guerra y muerte."
"Es la hora de la oración, meditación, sencillez de corazón y más que todo una gran comprensión para con vuestros hermanos, pues ellos son el reflejo de Mi Divino Hijo. Es hora de que hagáis un movimiento de apostolado de unificación de las familias, preparando a los jóvenes… Debéis ir preparándoos para aquel Gran Día en que todos podréis ver la luz de una estrella que os llenará de confusión a unos y a otros de santa alegría… Mi estrella os enseñará para que os preparéis (Aviso anunciado en otras apariciones), luego vendrá el resto…"
"Es la hora difícil para toda la humanidad y es necesario detener los malos entendidos entre hermanos; las naciones deben unirse… el amor de mi Jesús será la puerta que abrirá los corazones para dar paso a una hermosa era que debe resucitar a los pueblos a una gloriosa enseñanza de unidad. Aprovechad el tiempo, pues, está llegando la hora en que Mi Hijo se presentará ante vosotros como Juez y Salvador; debéis estar en las condiciones necesarias para convivir con Él ese Gran Día; no creáis que está lejos…"
Como Caballeros de la Milicia del Inmaculado Corazón de María, ¿cómo debemos responder ante el mensajes de La Virgen de Betania?
Como caballeros de La Virgen debemos promover la reconciliación en todo momento; al nivel de nuestras familias, nuestros trabajos, etc... para que eventualmente nuestras ciudades y naciones empiecen a vivir el mensaje de la Santísima Virgen y así alcanzar la paz que solo Jesucristo puede ofrecer.
Parece ser que, como en muchas otras apariciones y advocaciones de nuestra Madre, la petición más frecuente es la de retomar el camino de la conversión y dejar el camino de la perdición; cambiar radicalmente nuestras vidas... a Virgen nos propone una vida evangélica, una vida de obediencia a la moral y a los mandatos de Dios, una vida de servicio a los necesitados, una vida de constante evangelización... para no permitir que ninguno de nuestros amigos y/o familiares continúen por otros caminos diferentes al de La Eucaristía y la doctrina de nuestra Iglesia Católica.
La otra labor muy importante que se nos da es la de la confianza... la Virgen nos narra una gloriosa era de paz y de unidad entre todos los hermanos. Nuestra Madre nos asegura que pronto Su Hijo vendrá con gran misericordia, pero también impecable justicia. Como consagrados a María debemos tratar (a toda costa) de mantenernos en estado de gracia, para siempre estar preparados y en las condiciones necesarias para ese gran día... que, según La Virgen Santísima, no esta lejos.